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La soledad en los ancianos: cómo combatirla

    La soledad en los ancianos: cómo combatirla

    La soledad en los ancianos es un mal importante que debemos combatir, ya que no sólo es necesario que nuestros mayores se encuentren bien físicamente, sino que el nivel emocional es fundamental en esta etapa de su vida. Además de cuidarlos para que su bienestar sea el máximo posible, deben sentirse acompañados. 

    El ritmo de vida que llevamos tan movido y el concepto de familia que se tiene en la actualidad ha cambiado desde que ellos eran jóvenes. El trabajo del hombre y de la mujer, el cuidado de los hijos y las demás obligaciones, pueden hacer ver a los ancianos que no les tenemos en cuenta, aunque no sea así.

    El hecho de no poder pasar mucho tiempo con ellos, que su cónyuge pueda haber fallecido, sumado a algunos problemas de salud como la sordera, hace que poco a poco se vayan aislando y pierdan esas ganas de vivir. Si se llega a este punto de inflexión, podremos ver cómo van decayendo a gran velocidad.

    Si no quieres que esto les suceda a tus padres o abuelos, aquí te dejamos unos cuantos consejos para ayudarles en esta etapa de su vida a que sigan siendo felices.

    • Haz que se sientan acompañados. Se dice, y es cierto, que los ancianos se encuentran más felices si están rodeados de gente más joven que les llena de vida. ¿Cuántas veces o has visto a unos abuelos escuchar o jugar con sus nietos como si les fuera la vida en ello? También las conversaciones con gente joven suponen una gran terapia para ellos.
    • Deben sentirse valorados. Al igual que a ellos les gusta escuchar, necesitan sentirse escuchados y valorados. Pon todo tu empeño en interesarte por sus historias y hazles preguntas para entablar una conversación empática.
    • Háblales de los centros de día donde pueden acudir a relacionarse con personas de su edad y a pasar el rato entre conversaciones y juegos. Estos centros son ideales para los ancianos que se valgan por sí mismos y no tengan problemas de movilidad.
    • Incítalos a realizar algún curso que les sea interesante. Aunque pueda parecer imposible, cada vez más personas mayores quieren aprender a utilizar ordenadores e Internet. En la red ven una posibilidad de comunicarse con los más jóvenes y, aunque les cueste un poquito, les hace muy felices conseguir un reto tan nuevo como éste.

    Por desgracia, en muchas ocasiones y aunque queramos, no podemos dedicarles todo el tiempo que necesitan y se ven obligados a pasar gran parte del tiempo solos. Esto es un arma de doble filo, ellos se sienten solos y tú no estás a gusto al saberlo. Entonces, ¿qué podemos hacer?

    Existen empresas que prestan servicios de ayuda a domicilio y acompañamiento. Nos mandarán una persona especializada que esté pendiente de ellos, les ayudarán a realizar sus tareas y podrán salir a pasear. No podemos olvidar que la actividad física para los ancianos tiene muchos beneficios y no se puede descuidar.

    Eso sí, lo fundamental que no podemos pasar por alto, es que una persona que se encargue del acompañamiento de los mayores, aunque es muy importante, no puede sustituir nunca el cariño de una familia.