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A los riñones no les perjudica la mineralización del agua

    A los riñones no les perjudica la mineralización del agua

    Los riñones son órganos vitales que están rodeados de mitos, como aquellos relacionados con el agua mineral natural. Y es que durante mucho tiempo se ha afirmado que la mineralización del agua podía afectar a los riñones, algo que ha desmentido finalmente la Asociación Española de Urología (AEU)

    Ha sido el lanzamiento de esta obra: ‘Mitos y realidades del agua mineral natural. Evidencia científica consensuada sobre el agua mineral natural y sus minerales’ la que acaba con estos mitos tan extendidos entre la población.

    Pero además, tiene una doble función, ya que se pretende conseguir una mejor educación en el tema del agua mineral y fomentar una buena hidratación en las personas.

    Entre las ocho creencias erróneas que se desmienten en esta obra, está la de que la mineralización del agua no perjudica a los riñones y simplemente nos da unas nociones de cómo está compuesta y de su identidad y sabor a la hora de consumirla.

    Pero si se hace hincapié en un término en particular es en el de ‘residuo seco’, una medida que nos muestra la cantidad de minerales de los que está compuesto el agua de manera natural. Entre ellos se encuentran el calcio, el magnesio o el bicarbonato, minerales totalmente necesarios para nuestro organismo y clave en muchos procesos metabólicos.

    Otro de los factores que más miramos los consumidores es la cantidad de sodio. Los autores de la obra vuelven a decir que no hay ninguna evidencia científica de que su presencia constituya un riesgo para la salud. Es más, y para hacernos una idea, dos litros de agua (los que recomiendan beber los médicos diriamente) contienen 0,1 gramo de sal, tan sólo el 2% de la ingesta máxima recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una dieta sana y equilibrada.

    Y para que los consumidores se queden del todo tranquilos, afirman que el agua, desde que se recoge del manantial hasta tu embotellamiento, no está sometida a ninguna manipulación o tratamiento, por lo que “está exenta de contaminantes y, por tanto, no contiene impurezas”, según destaca José Manuel Cózar Olmo, presidente de la AEU.

    Sin duda, lo más llamativo del estudio es que se afirme que no hay evidencias científicas de que la mineralización muy débil sea mejor para la salud, ni que perjudique a los riñones.